En expansión
Ya hace algunos meses que entró en vigor en Bizkaia la reforma fiscal con efectos 1 de enero 2018 y, sin duda, la modificación más significativa es la reducción del tipo nominal del Impuesto sobre Sociedades en 4 puntos porcentuales. Ahondando un poco más en el contenido de la reforma tributaria, que va más allá del dato positivo que supone la reducción nominal del tipo del lmpuesto sobre Sociedades, las empresas tienen que ser conscientes de que ésta ha sido diseñada también para mantener el nivel de recaudación y, en consecuencia, no va a suponer necesariamente un menor pago de impuestos.
En muchos casos el tipo efectivo del Impuesto sobre Sociedades -el tipo real- se va a ver incrementado, sobre todo en aquellas entidades que tienen créditos fiscales pendientes de aplicación. Y esto debido básicamente al resto de modificaciones aprobadas: La limitación en la aplicación de bases imponibles negativas y deducciones -las bases negativas solo podrán compensarse en un 50-70% de la base imponible previa, y las deducciones por actividades de I+D+i, que antes podían absorber el 100% de la cuota líquida, pasan a tener un límite del 70%; el alza del porcentaje de tributación mínima -que se eleva al 17% de la base imponible, con carácter general, y el 15% para micro y pequeñas empresas-; y los límites en la deducibilidad de gastos financieros, que normalmente afectará a entidades con alta estructura de gasto financiero.
Además, se introduce en el lmpuesto sobre Sociedades foral un pago fraccionado -sólo para las grandes y medianas empresas-, de modo que éstas tendrán que efectuaren octubre de cada año un pago a cuenta del gravamen del año en curso, por un impone equivalente al 5% de la base imponible del ejercicio anterior.
Pese a ello, y pese a que como asesores fiscales podamos no compartir alguna de estas últimas medidas, en nuestra opinión el legislador foral -sobre todo con la rebaja de tipos nominales- está dando pasos en la buena dirección. Hoy por hoy Bizkaia es un territorio fiscalmente atractivo para el establecimiento y retención de empresas, las cuales cuentan además con importantes incentivos fiscales para impulsar la I+D+i.
Así, es de destacar el apoyo a la investigación e innovación con deducciones por I+D+i También merece una mención especial la apuesta de Bizkaia por el novedoso régimen de monetización indirecta de créditos fiscales de I+D+i, que permite trasladar estas deducciones a terceros financiadores, sistema que beneficia sobre todo a start ups o empresas de base tecnológica, pero del que también se beneficial otras compañías o grupos que invierten y generan deducciones por I+D+i.
Otro aspecto destacable de la reforma es el incentivo para la atracción de talento al territorio a través de un mejorado régimen de impatriados, que fija ciertos exenciones y deducciones en el IRPF y en el Impuesto sobre el Patrimonio para aquellas personas que se desplacen a territorio foral para el desempeño de trabajos cualificados en actividades de investigación y desarrollo, científicas, técnicas o financieras.
Por último, otra cuestión muy novedosa de la reforma fiscal tiene que ver con la regulación de los Fondos de Inversión a Largo Plazo Europeos, de acuerdo con la directiva europea, y con los nuevos incentivos en el IRPF y en el lmpuesto sobre el Patrimonio para fomentar la canalización de la inversión de las personas físicas en estos fondos (para el impulso de la innovación, para la financiación de la actividad económica). En el mismo sentido, también se mejora el tratamiento en estos dos impuestos (IRPF e Impuesto sobre el Patrimonio) para incentivar la inversión de las personas físicas en empresas de reciente creación, e inversiones de riesgo en microempresas o pequeñas empresas innovadoras.
Respecto a estas últimas medidas incentivadoras en materia de impuestos directos aplicables a las personas físicas, y respecto a la regulación de los propios fondos en sí, siendo cierto que constituyen una aportación y una apuesta, muy interesante, aún está por ver el efecto real que van a tener y, quizás, hubiera sido deseable el establecimiento de incentivos mayores para dirigir con más éxito la inversión hacia estas actividades. En cualquier caso, en los próximos meses tendremos ya los primeros datos para poder valorar su éxito y, por tanto, sólo queda esperar un tiempo para verlo.
Responsable Área Fiscal Sayma Bizkaia.