La inteligencia artificial en las compraventas de empresas: una aliada

Rosana Hallett

Abogada M&A en SAYMA

En el contexto actual, en el que las compraventas de empresas despiertan tanto interés y ofrecen tantas posibilidades, la inteligencia artificial (IA) está también dejando su huella. Aunque todavía estamos en fases de valoración, su impacto es cada vez más tangible, especialmente en la etapa de due diligence, donde nos puede aportar agilidad, capacidad de análisis y eficiencia a un proceso tradicionalmente intensivo en tiempo y recursos. Ahora bien, junto a sus evidentes ventajas, también plantea nuevos riesgos, tanto técnicos como jurídicos, y puede complicar el proceso si una de las partes sólo utiliza la IA en su negociación de la operación. Hay muchos detalles que escaparían a la IA y que podría suponer el fracaso de una negociación si no se gestiona debidamente.

Las herramientas actuales de IA ya permiten tareas como el análisis y revisión de contratos, identificando cláusulas clave (renovaciones, exclusividades, garantías, penalizaciones…) y riesgos potenciales, como vencimientos próximos, cláusulas atípicas o contradicciones entre contratos similares. También ayudan en la clasificación documental y estructuración del data room, y en la comparación de versiones de documentos y resumen de los cambios más relevantes.

Para un comprador, la IA permite entre otros aspectos agilizar y ampliar el alcance de la due diligence, incluyendo aspectos que antes se revisaban superficialmente por falta de tiempo. Para el vendedor, el uso de IA (especialmente dentro de una vendor due diligence) puede ayudar a detectar y corregir a tiempo debilidades de la empresa antes de que las detecte el comprador y a mostrar una imagen más ordenada y profesional y mejorar la posición negociadora.

Sin embargo, la IA tiene sin duda unos riesgos asociados a cuestiones como privacidad y confidencialidad, derechos de propiedad intelectual, seguridad, calidad de los datos y errores de interpretación. Para mitigar estos problemas, las empresas deberían completar el uso de la IA con un buen asesoramiento (centrado en los puntos clave) y establecer marcos sólidos que regulen el uso ético y responsable de la IA y evitar el uso de plataformas externas sin garantías adecuadas. Dado el papel creciente de la IA en estos procesos y a pesar de que cada vez hay más normas que la regulan, también resulta aconsejable regular expresamente su uso en el contrato de compraventa o incluso en documentos previos (NDA, carta de intenciones…). Pero, no lo olvidemos, la aceptación de uso de la IA no debería sustituir la obligación de ambas partes de revisar de forma diligente la documentación y los contratos, y de asesorarse debidamente, asumiendo cada una sus propias responsabilidades. Además, alguien debe interpretar jurídicamente los hallazgos que arroja la herramienta, y traducir los riesgos detectados en cláusulas concretas del contrato: garantías, condiciones suspensivas, indemnizaciones, limitaciones de responsabilidad, plazos, cláusulas de protección de datos, etc. En suma, la tecnología debe ser una aliada, pero no puede ser la única en estas negociaciones, no nos equivoquemos. Necesitamos inteligencia emocional y ética, capacidad de resolución de posibles conflictos y una visión constructiva, que solo las personas tenemos, al menos de momento.

En conclusión, la IA está transformando la forma en que se analizan y negocian las operaciones de compraventa de empresas. Puede hacer que el análisis jurídico sea más eficaz, más rápido y más completo, pero no puede reemplazarlo ni tampoco puede sustituir el plus que supone la experiencia profesional. Es fundamental mantener un equilibrio entre la IA y el juicio humano para maximizar los resultados y garantizar el éxito de las transacciones.

Categories: Legal |

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