La cesta de la compra, la factura eléctrica, el alza de los carburantes y un sinfín de productos y materias primas no han dejado de subir en un año que pasará a la historia por alcanzar una inflación desbocada que no se recordaba desde 1985 y que ha castigado los bolsillos de muchos ciudadanos. A pocos días de que finalice el año, es un buen momento para que el contribuyente guipuzcoano intente mejorar el resultado de la declaración de la Renta de 2022 –que se realizará la primavera del año que viene–. Aunque no todos cuentan con las mismas opciones –ya que las deducciones no son iguales en todos los tramos de la renta– existe la posibilidad de que una familia de Gipuzkoa pueda ahorrarse en torno a 5.000 euros en la declaración en 2023. Conviene recordar que por cada descendiente que conviva con el contribuyente se deducirán 603 anuales por el primer hijo, 747 por el segundo, 1.261 por el tercero, 1.490 por el cuarto y 1.946 por el quinto y sucesivos. En ese recorrido de los ‘deberes’ fiscales de fin de año, la consultora donostiarra Sayma explica las vías más apropiadas para que la factura con el fisco sea más reducida.

Previsión social

En la base imponible general, el principal foco de actuación está en las aportaciones a EPSV y otros productos de previsión social, muy demandados en Gipuzkoa. El límite anual máximo de reducción en la base imponible general es de 5.000 euros para las aportaciones individuales y de 8.000 para las contribuciones empresariales, estableciéndose un límite conjunto de aportaciones individuales y contribuciones empresariales de 12.000 euros. Las aportaciones individuales reducen la base imponible y pueden permitir un ahorro de hasta el 49% (tipo marginal).

Además, las aportaciones de este tipo a favor del cónyuge o pareja de hecho, siempre que tenga rentas inferiores a 8.000 euros a integrar en la base imponible general, permitirían una reducción de 2.400 euros adicionales.

El patrimonio que acumulan las Entidades de Previsión Social Complementaria Vascas (EPSV) crece, año tras año, y bate cotas sucesivamente –salvo las dos únicas excepciones de 2008 y 2018, pero la evolución del último año resulta espectacular. Según los datos a los que ha tenido acceso DV, el patrimonio acumulado en 2021 alcanzó los 29.081 millones, con un crecimiento del 9,9% sobre el ejercicio anterior.

Casa

La vivienda es otra de las áreas clásicas donde poder aplicar unas deducciones para ahorrar. Antes de finalizar el año, podemos saber cuánto hemos pagado entre amortización e intereses para ver si llegamos a la base máxima. Esta varía si la vivienda se adquirió antes o después de 2012 –8.500 euros a partir del 2012 y 12.000 euros antes del 2012–. La deducción en general será del 18%, siendo para los menores de 30 años y familias numerosas del 23%.

Si nuestra vivienda habitual es arrendada, el inquilino también puede practicar una deducción por su alquiler, de un 20% del importe por arrendamiento, con el límite de 1.600 euros anules. Este porcentaje y límite será del 25% y 2.000 euros en caso de familias numerosas, y del 30% y 2.400 en caso de menores de 30 años. La apertura de una cuenta vivienda también conlleva una rebaja fiscal. Con un límite máximo de 8.500 euros, generará una deducción del 18%.

Una ganancia o pérdida patrimonial es una variación en nuestro patrimonio. Se produce, por ejemplo, si incorporamos bienes a nuestro patrimonio (un premio de la lotería, un coche…) o si los sacamos del mismo (un caso típico es la venta de un inmueble).

Es recomendable revisar la existencia de pérdidas patrimoniales pendientes de compensación de ejercicios anteriores, siendo las de 2018 las que prescribirán en la próxima declaración de IRPF de 2022. En caso afirmativo, se recomienda la posibilidad de transmitir elementos que generen una ganancia patrimonial (inmuebles, fondos de inversión, acciones cotizadas…) de forma que se pueden compensar las pérdidas.

En caso de no existir pérdidas pendientes de compensación, si se está planteando la posibilidad de transmitir algún elemento susceptible de generar una ganancia patrimonial, sería más beneficioso diferir la fecha de la operación a 2023. Este aplazamiento de la operación permitiría aplicar unos índices de actualización mayores que minoren la ganancia y, a su vez, un diferimiento de la tributación al no estar en Gipuzkoa prevista una subida de los tipos impositivos del IRPF.

Pongamos por caso que Maite trabaja determinados días del año en el extranjero enviada por su empresa, una práctica cada vez más habitual en una economía más internacionalizada que nunca. ¿Pero qué sucede con esas ganancias obtenidas fuera de Gipuzkoa? ¿Están exentas de tributar? Cumpliendo una serie de requisitos, estas retribuciones quedarán exentas de tributación con el límite de 60.100 euros.

El tributo que grava las posesiones de los más favorecidos también tiene sus claves, en plena carrera entre comunidades para eliminar o bonificar este impuesto y el nuevo tributo que ya prepara el Gobierno sobre las grandes fortunas. Si usted es dueño de participaciones en empresas con explotación económica conviene revisar si se cumplen los requisitos para que el valor de estas participaciones quede exento. Aquellas sociedades que en 2022 dejen de ser patrimoniales y pasen a tributar en régimen general, puede que se beneficien de la exención en el impuesto. De haber un desajuste muy alto entre lo que se genera en Renta y lo que corresponde pagar en Patrimonio, la norma regula un escudo fiscal en el que se podría no tributar por el 75% del Impuesto de Patrimonio.

Analizar la posibilidad de donativos a determinadas entidades, con un límite máximo del 35% de la base liquidable del impuesto.