Un gran patrimonio tributa un cuarto de millón de euros en Gipuzkoa y está exento en Madrid.
La armonización que el Gobierno pretende implantar reduciría las ventajas fiscales de la capital y sería una buena noticia para Euskadi, según los expertos.
La intención del Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias de cambiar el modelo fiscal actual por el que las autonomías tienen la competencia de decidir sobre algunos impuestos e implantar una armonización tributaria que garantice que el pago sea el mismo en todos los territorios, ha reabierto el debate sobre la disparidad que existe entre los tributos que se pagan en cada región.
En esa armonización entrarían los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y el tramo autonómico del IRPF. Sin embargo, esta regulación solo afectaría a las comunidades de régimen común y no a las que tienen estructuras específicas, como ocurre con Euskadi –y Navarra–, con competencia propia en fiscalidad gracias al Concierto Económico.
Con todo, es evidente que cualquier modificación a nivel estatal acabaría afectando a las Haciendas vascas, ya que la brecha fiscal se ampliaría o se reduciría. Y en el ojo del huracán se sitúa Madrid, que actúa como aspiradora para los más favorecidos con una fiscalidad más amable –ver tablas adjuntas– que, sin embargo, perjudica a otros territorios. En el caso más extremo, una gran fortuna de 15 millones de euros tributa por Patrimonio 257.300 euros en Gipuzkoa, según el Consejo General de Economistas de España, y en cambio está exento en Madrid por una bonificación del 100%.
Con la intención de aclarar esta controversia, DV se ha puesto en contacto con expertos fiscales y también con el PNV y el PSE para conocer su punto de vista. Todos responden con cautela y desde cierto escepticismo porque aducen que el debate está muy verde y que se desconocen los detalles, pero no esconden que en caso de que la armonización saliera adelante y Madrid perdiera sus ventajas tributarias, sería una noticia «positiva» para Euskadi.
Miguel Nieto, socio de Cialt, asesoría fiscal donostiarra, asegura que en principio este tema «es ajeno» a Euskadi, porque tiene competencia propia. Ahora bien, es consciente de que se producen diferencias significativas en la tributación de algunos impuestos, como es el caso de Patrimonio, donde «salimos perdiendo».
Pero si esa armonización fiscal saliera adelante, ¿beneficiaría a Euskadi? Con todas las reservas, Nieto cree la actual brecha «sería inferior», sobre todo respecto a Madrid. Pero no cree que se aplique una armonización completa. Ítem más, sí ve necesario que se regule la diferencia actual pero defiende la «diversidad porque así se fomenta la capacidad de cada autonomía».
«La armonización sería una buena noticia para Euskadi, pero sin que sea una homogeneización» Víctor Etxeberria
El socio de Cialt subraya que la fiscalidad precisa de dos cualidades: «la estabilidad y la seguridad». Y pese a que reconoce que el «atractivo de Euskadi sería mayor» si Madrid perdiera sus ventajas, tampoco cree que los grandes contribuyentes que se marcharon en su día de Gipuzkoa –en torno a medio centenar– volvieran. «No es de buen agrado marcharte; es una decisión muy personal. La deslocalización conlleva irse del domicilio y hay muchos aspectos a tener en cuenta».
Víctor Etxeberria, de la consultora donostiarra Sayma, sí cree que una armonización general a nivel estatal sería «en principio una buena noticia» para las Haciendas vascas. Pero matiza que es un tema a tratar con cautela, porque el mensaje que Cataluña –a través de ERC– ha dirigido en esta ocasión a Madrid por poseer una fiscalidad más ventajosa podría señalar en otro momento a Euskadi. Por eso, dice que «utilizar los impuestos como arma arrojadiza» no es lo más apropiado.
El experto de Sayma, especialista en fiscalidad empresarial, defiende en sintonía con su homólogo de Cialt que cada autonomía disponga de capacidad para decidir sobre la tributación porque hay «bastantes particularidades. Y tampoco puede haber un impuesto en unas comunidades y en otras, no. Como pasa con Patrimonio en Madrid». Por lo que todo este debate lo resume con este titular: «Armonización, sí; homogeneización, no».
Etxeberria cree que en la Renta «estamos a la par» que en Madrid; en Sociedades, «algo mejor», y, en cambio, en Sucesiones y en Patrimonio, «peor». También desvela que conoce a algunos contribuyentes vascos que en su día cambiaron de domicilio fiscal por el acoso del terrorismo y que en los últimos años «han vuelto» al albur del fin de ETA. Y piensa que si la armonización fiscal saliera adelante, «aquellos que se fueron en su día volverían a tributar en Gipuzkoa porque mantienen el vínculo emocional».
Los partidos políticos, cautos.
Desde el ámbito político, las opiniones también son cautas. Fuentes del Euskadi Buru Batzar afirman que les es difícil mostrar una postura oficial, puesto que «todo es muy incierto» y el debate es «más prepolítico o mediático». Agregan que «no hay» propuestas concretas, lo que imposibilita que tengan «una posición clara».
Las mismas fuentes advierten sobre la tentación que algunas formaciones puedan tener para «aprovechar» esta pretendida armonización con el objetivo de modificar la autonomía fiscal vasca. «Eso no se toca», avisan. Además, ponen en valor la trayectoria del partido jeltzale en el Congreso al recordar que «si alguien ha censurado el ‘dumping’ fiscal de Madrid, ése ha sido el PNV».
A modo de resumen, las fuentes del EBB aseguran que siguen este debate «con escepticismo», aunque dejan entrever que en caso de que la capital estatal perdiera esa competencia fiscal, «sería bueno» para Euskadi.
Para el PSE, socio del PNV en el Gobierno Vasco, en las Diputaciones forales y en las tres capitales, «el ‘dumping’ fiscal que se ha atribuido a la comunidad de Madrid» con Patrimonio o Sucesiones «podría verse corregido» si hay «una limitación» del margen de maniobra.
Fuentes socialistas añaden que «no se pueden crear burbujas fiscales para que las grandes empresas y fortunas se desplacen a otro territorio con perjuicio de la progresividad». En definitiva, aseguran que «no se puede perdonar» impuestos a los que más tienen y más ganan para bien reducir los ingresos y la capacidad para sostener los servicios públicos o bien para «cargar el peso de los impuestos sobre las clases medias».
La patronal vizcaína asegura que Madrid es «un agujero negro» para Euskadi.
El presidente de la Confederación Empresarial de Bizkaia, Iñaki Garcinuño, advierte de que Madrid es «un agujero negro» para Euskadi por sus
«buenas condiciones fiscales y económicas», y llama a realizar una reflexión sobre la posibilidad de modificar el Impuesto de Patrimonio en el País Vasco. En declaraciones recientes, el dirigente empresarial aludió a las condiciones tributarias de la comunidad de Madrid, que atraen a la inversión extranjera «más a la capital que al resto de lugares. Si establecen buenas leyes económicas y nosotros no tenemos las mismas, sufrimos para atraer a la inversión extranjera», añadió.
Garcinuño señaló que le gusta defender «la gran independencia» de Euskadi en el ámbito fiscal, «pero no en contra de otros», y que si Madrid «tiene esa independencia para modificar o bonificar Patrimonio, le dejaría». En este sentido, consideró que en Euskadi se debería realizar una reflexión sobre la posibilidad de modificar este tributo y sobre «cuánto dinero recibimos con él y cuánto se marcha fuera».