Vencimiento de las líneas ICO COVID y su impacto en las empresas

Jon Susperregui

Consultor Financiero Senior

El País Vasco prevé un crecimiento económico del 2,1% en 2025, superando las expectativas de la eurozona 1%.  Este crecimiento se atribuye a la resiliencia de la economía vasca, especialmente en sectores como servicios e industria. La reciente reducción de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo ha aliviado la carga financiera de familias y empresas, estimulando el consumo y la inversión, tras varios años con limitaciones en el acceso al crédito motivados por el descenso de la demanda por la pandemia, incremento de precios de materias primas por la guerra de Ucrania y en los últimos años, por el fuerte incremento de los tipos de interés.

En este contexto, las Líneas de circulante ICO COVID fueron fundamentales para el tejido empresarial vasco, en sectores estratégicos como el turístico, la industria manufacturera, la automoción y la digitalización. Estas líneas de financiación permitieron a pymes y autónomos acceder a liquidez para, en algunos casos sobrevivir, y en otros, afrontar nuevos proyectos y mejorar su competitividad.

Estas líneas ICO COVID están llegando a su vencimiento y la posible no renovación de las mismas ha generado incertidumbre en el tejido empresarial. Estas líneas de crédito, implementadas durante la pandemia, fueron fundamentales para garantizar la liquidez de miles de empresas que se enfrentaban a restricciones operativas y caídas en la demanda. Uno de los principales efectos de esta situación es el endurecimiento de las condiciones de financiación. Sin el respaldo del aval del ICO, que garantizaba el 80% del principal financiado, las empresas que no puedan hacer frente a la amortización de los mismos, deben recurrir a la financiación bancaria tradicional, que implica tipos de interés más altos y requisitos más estrictos (garantías adicionales). Esto puede derivar en dificultades para refinanciar deudas o mantener el capital circulante necesario para la operatividad diaria. Para mitigar estos efectos, se hace necesario que las empresas refuercen su planificación financiera y diversifiquen sus fuentes de financiación.

A pesar de ello, las empresas vascas muestran signos de bonanza, con incrementos en ventas y de las exportaciones, pese a los desafíos globales como conflictos geopolíticos y guerras arancelarias.  La colaboración entre instituciones y agentes sociales, junto con políticas fiscales progresivas, son necesarias para la estabilidad económica y social.

Ante este escenario de incertidumbre, la planificación financiera y la optimización de recursos serán claves para garantizar la estabilidad de las empresas.

Desde SAYMA, ofrecemos nuestro conocimiento y experiencia para colaborar con las empresas en adaptarse al nuevo contexto financiero y encontrar las mejores soluciones financieras.

Categories: Consultoría, Financiero |

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